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martes, 29 de octubre de 2013

Elevo mi conciencia y perdono...


Es posible aprender a perdonar?

·      Para poder contestar esta pregunta,  necesitamos  abrir la puerta a otra visión, ya que perdonar puede ser considerado difícil, si solo lo miramos con la lógica racional, material y biográfica. 
En cambio , si  incluimos la mirada  mas profunda, la que contempla el aspecto del karma por ejemplo, y considerando las herramientas que nos provee la Psicología Espiritual , entonces, cambia la perspectiva, ya que estaremos intentando al menos, vislumbrar lo que se encuentra mas allá de la punta del iceberg.  Ver la causa original y no solo guiarnos por el efecto que aparece en la superficie.

El trabajo con el perdón se aprende paso a paso, día a día. Tiene mucho que ver con el despertar espiritual de cada ser, porque en esa búsqueda de lo espiritual, hay implícito el reconocimiento del un mundo invisible que genera efectos, ese mundo del alma que es nuestra esencia y que es el reservorio de todas nuestras vivencias y emociones.

Cuando todavía no estoy conectado en ese nivel de conciencia y solo creo que soy un cuerpo físico y una mente, entonces me domina el ego, me identifico con la mente y desde ese lugar racional, el trabajo con el perdón es más lento y dificultoso. 


Por qué? Porque estoy en el nivel de proyectar afuera mi responsabilidad de participación en el proceso; el otro es el culpable, yo soy la víctima, sufro y quiero en algún momento vengarme etc., etc.
Las razones de la mente, desestiman la existencia del mundo invisible energético.  Brilla el ego, el orgullo, la obstinación etc. 
Bien lejos estamos de la humildad, el hacerme cargo, la gratitud, el deseo de evolución, la aceptación de que todos somos perfectibles y que nadie puede tirar la primer piedra.
 En ese nivel,  me doy cuenta que todos podemos fallar, equivocarnos y por eso es más fácil acceder al perdón.

Clínicamente el trabajo implica el manejo de técnicas energéticas y de liberación emocional , con las que el montante de energía psíquica,  puede descargarse sin tanto malestar y tiempo. La transmutación es mas sencilla y efectiva. Ayuda mas simplemente al darse cuenta y a la implicación en el proceso. 

Las personas entienden mas rápido que son las únicas responsables de lo que les sucede. Y se ponen a trabajar, sabiendo que nadie podrá reemplazar su propia labor.  El hacerse cargo  de a poco va transformándose en la manera de compromiso personal,  y garantía de avance.

Es un trabajo que se construye y acumula día a día, en cada sesión y forma parte de un proceso. Cada ser humano desde su nivel de evolución, irá más lento o rápido, dependiendo de su propio universo interno.


Perdonar a los que ya no están entre nosotros...  


Si es posible, y es más, es deseable si no lo hemos podido hacer con la persona en vida. 
Si entendemos que lo que genera efectos en nuestras vidas ( en todos los terrenos, desde el afectivo,  laboral, económico, etc.) es todo lo relacionado a mi vibración ( esto es lo que emito desde el fondo de mi espíritu y corazón como energía positiva o negativa), entonces entenderé que por más que una persona ya no tenga cuerpo físico, de todas formas mantiene su vibración espiritual y sigue interactuando de otra forma e influenciando en nuestra vida.


Entonces si esa persona se murió, y todavía hay algo pendiente entre nosotros, algo que tengo que perdonarle o ella perdonarme a mí, es que podré iniciar el mismo proceso de trabajo que como si esa persona estuviera aún aquí viva.


En ese sentido, cuando trabajo con memoria celular, regresiones, hipnosis y visualizaciones creativas, es cuando accedemos a ese nivel muy profundo, donde la persona puede contactar con la vibración del ser que se fue y desde ahí trabajar el perdón y la sanación. Cuando lo logra, se desliga y cesa la influencia. Cada uno prosigue su camino en paz.


Las ventajas de liberarnos de ese tipo de energías, está a la vista.  Solo de esa forma podemos seguir nuestro camino de evolución,  y especialmente, legar a nuestros descendientes el verdadero camino a la paz y elevación espiritual.
Esa es la mayor herencia que podemos dejarles.

Gracias por acompañarme siempre,  y permitirme sentir el estímulo maravilloso del amor, que llega del intercambio de energía y aprendizaje.
Hasta la próxima y que el camino se haga cada día mas hermoso y lleno de Luz...

martes, 22 de octubre de 2013

Salto cuántico de conciencia

Perdón, orgullo y negación

Si consideramos la particular y profunda mirada de la Psicología Espiritual, el trabajo con el perdón implica necesariamente un salto cuántico de conciencia, manejando la energía de la humildad. 

 Esto es, el reconocimiento de mi propia participación karmica en lo que me ha sucedido (y que devino en un suceso donde alguien o algo,  aparentemente me ha perjudicado), me lleva a reconocer humildemente que soy responsable de lo que estoy viviendo (no culpable, ya que la culpa corresponde al estrato mental y me detiene en mi proceso).

El orgullo es una energía del ego, de la mente.
La humildad, la gratitud, son energías elevadas, del espíritu.

Si entendí que soy co creador de mi realidad, que participé en la construcción  de la misma, que generé karma y que soy responsable del mismo, entonces reconoceré desde la humildad y podré perdonar y perdonarme.

Perdonar no significa olvidar, sino recordar lo que sucedió pero sin sufrimiento, retirándole la carga de rencor que me ata a la persona por la que lo siento.  

Perdonar significa además aceptar mi autoría karmica en lo que sucedió, entender que soy activo participante y creador de lo que pasa en mi realidad. En ese sentido, cuando niego mi responsabilidad, es cuando demoro el trabajo de perdonar y sanar.


Muchas veces la negación como mecanismo de defensa psíquico, consigue protegerme falsamente del sufrimiento, pues tapo y falseo la realidad y mi participación y lugar en ella. Entonces también esa negación coadyuva a demorar mi trabajo de perdón.

Trabajando con técnicas dinámicas, rápidas y efectivas...

Para abordar el trabajo con el perdón - y lograr retirar la natural defensa frente al tratamiento del tema-,  desde la Psicología Espiritual,  trabajo básicamente con técnicas cuánticas, energéticas, como la limpieza y re-programación de la memoria celular, técnicas como el Tapping (EFT) o acupuntura emocional,  Técnicas de liberación emocional, visualización creativa, hipnosis clínica, regresiones.

 Dependiendo de cada paciente y su universo singular, es que en cada sesión utilizo una u otra técnica.

Con todas es más fácil y rápido el proceso para ayudar a que cada quien se dé cuenta, haga insight y  trabaje el tema del perdón, sin procesos traumáticos o reviviendo de manera sufriente el acontecimiento causal del rencor, que hoy se aloja en su corazón y entorpece su vida.

Con las técnicas cuánticas, pasado, presente y futuro, se aúnan en un eterno presente, desde donde es posible traer, trabajar, y transmutar las energías que enferman.

Recapitulando.
Despertando de un largo sueño, muchas almas se encuentran en el proceso de transmutar y volver nuevamente al origen, al reencuentro de su verdadera naturaleza Divina...

Por ello, vayamos gestando la conciencia del trabajo interior, profundo, en el alma, y limpiando lo que nos obstruye nuestro natural acceso a la felicidad.

El trabajo no es en el estrato mental. La mente necesita volver a su lugar , que es subordinado al del alma. 
El alma es la reina, la que debe volver a ocupar el Centro.
Hagamos nuevamente consciente esa jerarquía. Eso es  Salud tridimensional. Y es el campo de la psicología espiritual.


  

martes, 15 de octubre de 2013

Vibrando en la misma frecuencia que lo que deseo alcanzar...

Soy activo en la creación de mi realidad

 La realidad  la construimos con nuestros pensamientos.
 Según  lo que pienso, será lo que siento profundamente = Vibración.

Según  lo que siento,  actúo en consecuencia. Y  de eso obtengo mi resultado. Pienso- Vibro-Acciono y como consecuencia, obtengo un resultado.
Por eso necesito limpiar mis células espirituales.

Si mi realidad actual - en algún aspecto, o en su totalidad-  no me agrada, entonces tengo que revisar como estoy vibrando en esos circuitos.  Me hago cargo, responsable. La causa siempre está en mí.

Cuando creemos que podemos, en verdad podemos. La mente crea. Todo lo que me pasa, lo estoy creando. Lo bueno y lo malo.
Invoco la protección y fuerza de Dios unida a la propia.


Vibrando en la  exacta frecuencia de aquello que deseo alcanzar.

No se trata de controlar el mundo externo para obtener lo que deseamos. Sino más bien, de dirigir nuestra energía a desarrollar un estado emocional acorde a lo que deseamos. Dedicarnos a experimentarlo con toda nuestra   atención, en el aquí y ahora.  
Por ejemplo: al orar, sentir que mi oración ya fue respondida, visualizo que ya se me concedió lo que deseo, agradezco, en presente, ya lo tengo, ahora, aquí, disfruto,  agradezco a Dios y retribuyo las bendiciones recibidas.

No es corriendo hacia lo que deseo, que lo alcanzaré: sino vibrando en su misma frecuencia.
Aprendo a orar como si lo que deseo ya lo tengo. Lo agradezco,lo disfruto. 
Dios colma  de bendiciones a quien se siente ya bendecido, a quien agradece más y más
Cuanto mas agradezco, mas cosas buenas vienen para agradecer. Lo semejante atrae lo semejante.  

El poder de la  verdadera oración. 

Le damos poder al sentimiento, para que nos responda como un espejo, dando lugar así a los cambios en nuestras vidas.  Es el modo de orar basado en el sentir. Lo que llega a Dios es el sentimiento pleno y sincero. La palabra sin sentimiento, no sintoniza con Dios.
Para Dios,  solo agradecer en palabras, sin retribuir (acción),  es vacío.
La gratitud desde el punto de vista de Dios, solo se demuestra en actos concretos de retribución en servicio. Esa vibración es la que impacta y conmueve en el mundo Divino. El resto es solo palabra vacía. La oración que llega a Dios, es acción.  Retribuyo, sirvo.

Es por eso que necesito elevar mi vibración. Cómo?  Purificando mi espíritu, silenciando mi mente y conectándome con el poder de la oración y el servicio sincero, comprometido y desinteresado.

Cuando mi mente vibra bajo (miedos, celos, envidia, enojo, rivalidad, autolimitación, etc.), accedo a información del bajo astral, atrayendo más miedos y pesares. El miedo es de la mente. Lo que temo, lo atraigo.   El espíritu no tiene límites y siempre vibra en alegría, pues es una parte del alma de Dios.

 Por eso es muy importante Trabajar con conciencia de Co-creación, esto es, con responsabilidad, sabiendo que lo que vibro será materializado en mi vida.


El trabajo unificado

Entonces, trabajo en 3 esferas:

1)    Pensamientos: Fuerza de la Palabra. Palabra positiva, virtuosa, soy impecable con mis palabras.  La palabra tiene poder, crea realidad.

2)    Sentimientos: Trabajo con la gratitud y el perdón.  Me transformo, vibro en la misma frecuencia de lo que deseo obtener. Por eso agradezco por anticipado, ya lo tengo, ya está en mi realidad.  Vibro y agradezco como si  mi oración ya hubiese sido respondida. 
     En mi corazón hay gratitud, ya lo tengo, agradezco. Permito que el campo de energía, el mundo espiritual, responda en relación al sentimiento en mi corazón, sentimiento de gratitud y de retribución.

3)    Acción: hago activamente mi parte, con responsabilidad. Asumo mi trabajo, sin proyectar en nada ni en nadie mi propia responsabilidad karmica. Cambio miedo por confianza y fe.  Actúo serenamente y soy dócil a lo que viene, a la planificación Divina.
     No me peleo  con lo que llega a mi vida. Más bien me esfuerzo en hacer una lectura espiritual del “para que” viene a mí.  
     Trabajo activamente en mi servicio, soy pro-activo  No espero, avanzo. Propongo, planifico, genero  estrategias.  Fuerza Divina + Fuerza Humana.  Dios siempre  nos protege.


Cuando tengo una verdadera y decidida determinación en la misión, es cuando siento y actúo con la voz interna firme que me dice: " lo lograré si lo hago".

En las tareas de la vida y del trabajo espiritual, es necesario arder en esa determinación, con fortaleza de carácter y claridad en nuestros objetivos.    
Es en ese línea vibratoria, cuando el Cielo se alinea a nuestro favor y bajo la protección superior, logramos alcanzar lo que buscábamos.

Nunca tenemos que olvidarnos que lo que conseguimos es solo por obra de una planificación superior. Necesitamos cultivar un profundo sentimiento de humildad, sabiendo que solo somos canales para efectuar lo que la inteligencia superior determina. Nuestros dones, no son nuestros, son solo prestamos que se nos conceden durante un tiempo , para que aprendamos y avancemos.

Nunca olvidemos lo que una sabia frase nos recuerda: " Cuanto mas se carga la espiga de arroz, mas se inclina..."

Gracias, siempre Gracias!!


Perdonar para sanar...

El trabajo es hoy en nuestro campo vibratorio.

En mi trabajo profesional como psicóloga clínica y terapeuta transpersonal,- y bajo la mirada de la psicología espiritual- , parto de la base de que  el ser humano es  un campo de energía- interactuando en un campo mas vasto aún de energía-  que vehiculiza  información. 

Entonces, el concepto del perdón quedará definido como una energía positiva, como una expresión de amor, que alivia a quien logra perdonar y libera muchas cargas.

Especialmente en esta etapa del Plan cósmico- marcado por la tarea de limpiar todo lo que hemos acumulado en esta u otras vidas- es que tenemos que entender que liberarnos de la carga tóxica que representa el rencor, es la llave que nos abrirá el camino al avance, la evolución y la posibilidad de realizar grandes tareas para otros y de esta forma sentirnos felices. 
Servir es la base para la felicidad.  Venimos a ser felices, no a resignarnos a no serlo.


El rencor, nos enferma...

Un ser humano purificado, libre de esa carga de veneno, tendrá una frecuencia vibratoria mas 
activa, veloz, liviana. Vibrará en una frecuencia mas alta y por ello con menos limitaciones.
Por lo tanto su posibilidad de retribución será mayor.

Cuando caminamos con la mochila del rencor, el camino de vida y de sanación se hace muy pesado, tortuoso y de difícil comprensión. 

Si  perdonar, es expresión de amor, tenemos que recordar, que el amor es el motor de la vida, todo lo puede y posibilita, todo lo transforma.
Perdonar no quiere decir olvidar lo que alguien nos hizo, sino retirar la carga de rencor acerca del hecho, para básicamente sentirnos aliviados, pues el único que se perjudica cargando semejante energía tóxica y pesada, es uno mismo.

Limpio mi espíritu, avanzo. El perdón me libera, me limpia, me transforma de una bola de plomo a una bola de ping-pong. 
Si no perdono, quedo mas atado a las personas por las que siento rencor. Quien se perjudica?


Ley de causa- efecto-  Lo que va, vuelve

Además, trabajar el perdón, significa captar profundamente el significado de la ley de causa-efecto,  que es una ley del Universo y que nos enseña que a una acción, le corresponde una reacción, a una causa, un efecto. Cosecho lo que he sembrado. Lo recuerde o no, es mi exclusiva responsabilidad.

Entonces, si en mi vida aparece alguien que me daña, deberé comenzar a captar - desde el sentido de karma negativo-  (como deuda de esta u otras vidas), cual es la causa que generé para cosechar ese efecto, en lugar de victimizarme, quejarme, lamentarme y desperdiciar una maravillosa oportunidad para  limpiar la energía de esa situación, y así, transmutando, poder evolucionar y avanzar. Aunque me duela, el otro que me daña es un maestro que viene a enseñarme algo. Algo que no debo de volver a hacer...

Necesitamos cambiar nuestra manera de enfocarnos y reflexionar acerca de que ningún ser humano es infalible. Todos nos equivocamos, es por ello que venimos otra vez encarnados con ese cuerpo físico a vivir una experiencia humana, y corregir los errores que quedaron pendientes.

Cuando aprendo, no repito. Y entonces se me permite avanzar. Así reparo errores, corrijo experiencias, limpio mi alma, mente y corazón.
Reparación es compensación karmica. Corrijo lo que me di cuenta (en el sentido de insight), es ahí que puedo perdonar profundamente y en ese acto me libero, sano, me elevo espiritualmente.

Finalmente...

En esta fase del plan superior, todos los eres humanos tenemos una imperiosa tarea que realizar. Dependiendo de que la hagamos y cómo la hagamos, pasaremos a la siguiente y decisiva etapa de evolución. Cada uno de nosotros será responsable exclusivo de pasar o excluirnos...
Ya no es tiempo de sofismos, de trabajo mental solamente, de argumentaciones, proyecciones, teorías sofisticadas.

El trabajo espiritual es simple, es conexión con nuestro yo verdadero, con el sentimiento profundo. El alma purificada y un corazón vibrando puro y con amor altruista, consigue realizar una tarea de gigantes. No lo compliquemos. 

Es como hacen los niños -antes que la sociedad y sus mandatos los contaminen- , con pureza, espontaneidad, con el corazón libre de egoísmos, rencor o competencia.

Ojalá pronto, muy pronto lo entendamos y especialmente si lo entendimos, lo vibremos, lo llevemos a la practica de cada día y en cada lugar.   
Gracias por estar siempre acompañándome en esta maravillosa tarea de aprender juntos y ayudar a otros a hacer lo mismo.
Que el Cielo y su Luz siempre los proteja!