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viernes, 2 de abril de 2010

QUE DICE MI CUERPO CUANDO HABLA?

LO PERMANENTE ES EL CAMBIO


Si existe algo permanente en la naturaleza, es precisamente la impermanencia. Entender esta idea clave nos ayuda a entender el principio de la curación.
Si nos remontamos a antiguas enseñanzas, encontramos por ejemplo que Heráclito, el filósofo griego, hizo una maravillosa comparación: el cuerpo humano y el río como flujo de energía.
Mirando un río parece que es el mismo, pero éste se encuentra siempre cambiando, ya que permanentemente ingresa agua nueva. "No es posible bañarse dos veces en el mismo río..."
Podemos decir entonces que el cuerpo humano es un río de energía inteligente, que muta sin cesar de un instante a otro. El cuerpo no es una masa congelada, sino una exquisita estructura dinámica, energética.

El cuerpo no es permanente, estoy reemplazando sus componentes sin descanso, y por ello es que puedo ir mejorando la calidad de lo que ingresa (desde alimentos, pensamientos, emociones, etc.) contribuyendo de esta manera a la RENOVACIÓN PAULATINA DE TODO EL SISTEMA.


LO VIEJO QUE HA RESULTADO INADECUADO, VA SIENDO REEMPLAZADO POR LO NUEVO, MÁS ARMÓNICO Y SALUDABLE.

Muchas veces nos preguntamos qué es lo que sucede entonces si con el correr del tiempo, mantenemos nuestras enfermedades, siguen los dolores, y malestares. Será entonces este principio correcto?

Claro que lo es, solo que la parte que está fallando es la mía, ya que una y otra vez estoy fabricando el mismo patrón energético y por lógica consecuencia, co-creando la misma y exacta experiencia física (mi enfermedad).

Si quiero mutar enfermedad por salud, tendré que cambiar lo que ingresa en mi cuerpo físico, mental y espiritual.

Tendré también que cambiar la visión acerca de la salud, ya que la medicina contemporánea, se basa en la superstición materialista de que todo está compuesto por materia y por ende el cuerpo es materia, que hay objetos materiales separados que coexisten en un tiempo y espacio. Que somos materia pensante.


Siguiendo ese modelo, todo se soluciona con la pastilla “mágica”. Tienes una infección? pues toma un antibiótico. Tienes fiebre? Toma un antitérmico. Tienes cáncer? Aplica rayos o quimio. Estás deprimido? El antidepresivo te hará ver todo color de rosa.
Los remedios prescriptos por los médicos constituyen actualmente la causa Nº 1 de drogacción en el mundo.
Todo ello, hoy ya es historia, no hay más que entender que la ciencia está redescubriendo las verdades eternas que nos acerca el conocimiento de la física cuántica.
El ser humano está volviendo a recuperar las verdades de las leyes eternas e inmutables de todas las cosas, aquello que hace que todo prospere.


Ciencia y espiritualidad nunca estuvieron separadas. Fue la ignorancia del hombre que generó esa escisión, producto de la soberbia del conocimiento científico.
La física cuántica hoy nos recuerda que todo es energía, que todo es Uno, que no existe la dualidad, que esa energía es parte de lo Superior, de lo Sagrado, que transporta amor, la energía del amor, que genera vida y mantiene la unidad.

El mensaje que hoy recibimos de la inteligencia Suprema no requiere que sepamos física cuántica, solo nos recuerda que necesitamos vibrar  en la frecuencia más alta del amor.

EL VACIO ES NUESTRA ESENCIA

Todo es energía, todo está interrelacionado, la materia es energía en estado denso, somos pura energía que vehiculiza información, y se mueve en un campo mayor de energía.


Si somos un campo de energía inteligente, pensante, entonces mal podemos ubicar la causa de las enfermedades en agentes materiales.

Si observamos el cuerpo desde la física, veríamos que está formado por átomos que se disponen en el espacio vacío y se van moviendo integrándose, desintegrándose, apareciendo y desapareciendo, según el observador esté mirando. El cuerpo es simplemente una partícula congelada en el momento que alguien observa.
Entonces es claro que no hay materia, sino una permanente fluctuación energética., en un campo aún mayor.
Eso es lo que somos. El vacío es nuestra esencia. Somos esa plenitud de inteligencia energética, no material, que se expresa luego en materia.


Como tal, no queda afectada ni por el tiempo ni por el espacio, es permanente.


El cuerpo físico aparece y desaparece. La esencia es lo que permanece.

POR ESO PODEMOS DECIR QUE SOMOS SERES ESPIRITUALES VIVIENDO UNA EXPERIENCIA FÍSICA. Y NO AL REVÉS.

Si pudiéramos cambiar el ángulo de nuestra mirada y crecer en base a esta nueva perspectiva, qué diferente sería nuestro pasaje por esta vida.


Cambiaríamos la manera de relacionarnos con nosotros y con los otros, y todo sería distinto. Pero aún tenemos camino por recorrer, ya que la inmediatez de lo físico, de lo material, todavía obtura en mucho nuestra visión espiritual.

LA ENFERMEDAD VIENE DEL ALMA

 Cuando el cuerpo o la mente se enferman, la causa radica en el nivel más profundo, el aspecto espiritual, que contaminado, produce desequilibrios en el siguiente sustrato, nuestra mente, y de allí se materializa en el cuerpo físico.


Somos esa tríada indivisible de espíritu-mente y cuerpo físico.

Cada célula de nuestro cuerpo es conciente, pensante, inteligente. Siente y piensa ;  en función de ello, responde. Por lo que no solo la mente se encuentra en el cerebro, sino en todo el cuerpo.
También el universo todo es pensante, es un flujo constante de energía e información inteligente que nos engloba y con el que interactuamos.
Entonces, si cada parte de nuestro cuerpo tiene “mente”, esto quiere decir que piensa y que decodifica los estímulos que le llegan, reaccionando de una determinada manera.

Aquí se abre pues otro capítulo, muy interesante que es el lenguaje del cuerpo, el significado de las enfermedades.


A cada órgano o parte del cuerpo le corresponde una significación distinta.
No se enferma de algo por azar, todo cobra un sentido dentro de cada ser.


EL LENGUAJE DE LOS ORGANOS

Volvamos a la idea original: cuando se pierde la armonía en alguna parte de nuestro ser, eso será reflejado textualmente en mi cuerpo físico,que funciona como un televisor,  manifestándose así lo que llamamos una “enfermedad”, que en verdad es un proceso inteligente de eliminación de lo tóxico, iniciándose de esta forma el principio de la cura.


Hay entonces una metáfora a leer, un código cifrado a decodificar, ya que cada proceso físico o mental, está hablándonos de un mensaje que puede ser entendido y cuando eso se logra, el ser más profundo se regocija con el descubrimiento y de ese profundo “darse cuenta”, adviene la curación, producto del aprendizaje y transformación interior.

NO USO LA PÍLDORA MÁGICA PARA TAPAR EL AGUJERO QUE EL APARENTE "SIN SENTIDO" DEL PROCESO ME TRAE, SINO QUE INTERROGA AL SÍNTOMA PARA QUE ME HABLE.

Es como decirle a mi enfermedad que la escucho, que ahí estoy, para entenderla y cambiar lo que he de cambiar, esforzándome en hacer el trabajo de transmutación de obsoletos mecanismos psíquicos que no sirven para que crezca y avance.

Habitualmente cuando algo no me gusta de mi mismo o del entorno, que hago? Lo niego, lo saco de mi percepción y con ello mágicamente creo haber solucionado el tema. Son maneras en que mi aparato psíquico se defiende frente a lo traumático o lo doloroso.
Pero más tarde o más temprano, el conflicto aparecerá . Y será como fricción entre lo que niego, la sombra, que querrá salir, y la otra parte que luchará para que lo oscuro no vea la luz. Sigo tapando, por temor , y fundamentelmente por ignorar que el costo de esa operacion será muy alto...
La fricción podrá darse entre mi Yo y el Alma.  Otras veces, entre componentes de la personalidad. Por ejemplo: digo lo que no pienso , o hago lo que no siento. En todos los casos, la hipocrecía, será la cualidad que me alejará de la práctica de la autenticidad, de la verdad.  Esta forma constituye actualmente, la manera  lamentable y preferida en que nos comunicamos. 
 MI SER QUEDA ASÍ ESCINDIDO, HERIDO, MANIATADO. Y EN ESA NEGACIÓN PIERDO LA HERMOSA CUALIDAD DE SER AUTÉNTICO.

Algunas veces, usaré la proyección para tratar con eso negado. Es decir, pongo afuera (en personas o circunstancias) lo que no quiero ver de mi.
Otras veces, el mecanismo utilizado será el de la somatización.
Aquí vamos cuando hablamos del lenguaje del cuerpo.


Somatizo, es decir, paso al cuerpo aquello que no quiero ver, aceptar.


El síntoma adviene, allí donde no circuló la palabra plena, aquella que le daría sentido.
De esta forma, el órgano queda afectado orgánica o funcionalmente y sufriendo, espera mi despertar.



Espera que desde un lugar de autenticidad me disponga a escucharlo y a fluir en una sintonía saludable.
Que aliñe en un eje lo que pienso, lo que siento, lo que digo y lo que hago, comandado desde el centro de mi ser, el espíritu.




LOS HEMICUERPOS


Cada parte de mi cuerpo, estará regulada y controlada por un hemisferio cerebral, justamente el opuesto al lado del que se trate.
El hemisferio izquierdo del cerebro, procesa la información analítica y secuencialmente, paso a paso, de forma lógica y lineal. Analiza, abstrae, cuenta, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza, Piensa en palabras y en números, es decir contiene la capacidad para las matemáticas y para leer y escribir. Está asociado a la acción, lo masculino.


En cambio, el hemisferio derecho parece especializado en la percepción global, sintetizando la información que le llega. Con él vemos las cosas en el espacio, y cómo se combinan las partes para formar el todo. Gracias al hemisferio derecho, entendemos las metáforas, soñamos, creamos nuevas combinaciones de ideas.


Busca pautas y totalidades. Procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. Es intuitivo, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva. Este hemisferio se interesa por las relaciones.


Está ligado a lo femenino, lo receptivo, las emociones, la creatividad.

Entonces, cada vez que tengo algún proceso del lado derecho de mi cuerpo, tendré que prestar atención hacia el lado masculino de mi vida, esto es, el afuera, el trato con los hombres, lo paterno, la agresión, la acción, el trabajo y lo intelectual.

Inversamente, si tengo afectado el lado izquierdo, tendré que revisar mi lado femenino, el adentro, mi trato con las mujeres, lo materno, la intuición, las emociones.

Será muy valioso también saber que :
Si tengo afectados mis huesos, deberé prestar atención al aspecto más profundo, el espiritual.
Si se trata de algún órgano, músculo, tendones, piel, cerebro, médula, al aspecto mental.
Y si hay procesos en la sangre, linfa, líquido cefalorraquídeo, al aspecto emocional.

LAS PARTES DEL CUERPO AFECTADA Y SU SIGNIFICADO.


Brevemente haré referencia al significado de las afecciones, dividiendo el cuerpo en partes, para entender a qué tenemos que prestar atención cuando la dolencia se manifiesta en un lugar.

Cabeza: creación de ideas, comunicación externa, sexualidad, alejamiento del mundo, planificación, conexión con lo espiritual.
Cara: lo que muestro al mundo (máscara), lo más expuesto frente a los demás.
Ojos: la capacidad de ver o no ver: exterior, interior, emociones, a los otros.
Oídos: Escucharse, escuchar al otro, obediencia, humildad.
Nariz: El “olfato” en todos los planos, la intuición, saturación, llanto guardado.
Boca: Nutrición en todos los planos, probar y digerir la realidad, la comunicación y la expresión de sentimientos y pensamientos.
Dientes: Capacidad de expresar agresión, vitalidad.
Cuello: Bloqueo de pensamientos, sentimientos, control del sentimiento, tozudez, soporte de cargas físicas, emocionales y mentales, capacidad de mirar en varios sentidos.
Espalda: Lo que no se ve de si mismo, apoyo paterno, pilar del ser.
Tórax: Relación íntima con mi interior, lo más interno y privado del ser.
Corazón: la vida misma, alegría de vivir, el amor, lo más profundo.

Sangre: las emociones, el alma, la vida misma.
Pulmones: capacidad de absorber la vida, el dar y recibir, el vacío, plenitud, la tristeza o melancolía.
Senos: lo femenino, dar desinteresado, sexualidad, protección, seguridad.
Estómago: agresión interna, contenida, digestión de ideas, preocupación.
Intestinos: desapego, codicia, avaricia, lugar donde se guarda lo más feo de si mismo y que no se desea mostrar, tristeza.
Ano: control de lo que sale del interior de uno, miedo a mostrar lo peor de uno.
Páncreas: Dulzura (exceso o falta), el amor, manejo de los afectos, la amargura, “acidez” (en todos los planos).
Hígado: eliminación de tóxicos físicos, emocionales y mentales, ira.
Vesícula: reservorio de ira no manifestada, ausencia de humor, la amargura.
Riñones: crecimiento, eliminación de lo que ya no sirve (emociones, pensamientos), miedo, audacia, reservorio de la energía ancestral.
Vejiga: almacenamiento de cosas físicas, emociones y pensamientos que ya no sirven. Miedo, audacia.

Órganos sexuales: sexualidad, dar y recibir placer, lo masculino y femenino.
Piel: protección, contacto con exterior/aislamiento, placer, contacto sexual.
Miembros superiores: realizar y realizarse en la vida.
Hombros: origen del movimiento, lo más intimo y profundo del hacer.
Brazos: fuerza en el hacer, soporte y sostén (interno y externo) para hacer.
Muñecas: flexibilidad, ajustes de último momento.
Codos: flexibilidad, soltura o rigidez en el hacer, precisión, capacidad de cambio.
Manos: instrumento de la acción. Lo que llega más lejos en el hacer.
Uñas: agresión, arma corporal.
Miembros inferiores: dirección en la vida, rumbo y sentido de la vida.
Piernas: sostén, fuerza o debilidad para el camino, fuerza para elevarse.
Rodillas: flexibilidad en los pasos a dar, rigidez en el camino y en el sentido de la vida, humildad y orgullo.
Tobillos: estabilidad, equilibrio, apoyo interno, mental y espiritual.
Pies: dirección en el rumbo que tomamos, contacto con la realidad, raíz, cable a tierra.


Sabiendo escuchar con amor los mensajes del cuerpo, y trabajando activa y responsablemente en la modificación de los aspectos más profundos del ser, es que lograremos transformar los procesos que hemos contribuido en instalar.
Si he comprendido que enfermar ha sido mi responsabilidad , habré de aceptar que curarme también lo es.


GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTE CAMINO, QUE SE VA ABRIENDO CON LOS PASOS DECIDIDOS DE QUIENES SE ARRIESGAN A CRECER...
SOLO HASTA LA PRÓXIMA, TE DEJO CON ESTA HERMOSA BENDICIÓN IRLANDESA:

" QUE EL CAMINO VENGA A TU ENCUENTRO, QUE EL VIENTO SOPLE SIEMPRE A TU ESPALDA, QUE EL SOL TE CALIENTE LA CARA, QUE LA LLUVIA CAIGA CON SUAVIDAD SOBRE TUS CAMPOS , Y HASTA QUE VOLVAMOS A VERNOS QUE DIOS TE SOSTENGA EN LA PALMA DE SU MANO"

Un abrazo desde mi alma! 

2 comentarios:

  1. Muy lindo tu blog!
    Yo en estos tiempos me encuentro reeditando una vieja problemática de ardores d estómago que ya padecí 4 años atrás.-
    Entre los años 2005 y 2006, estuve por casi dos años y medio padeciendo crónicamente esta molestia, hasta que por fin dí con un médico brillante que a base fundamentalmente de un remedio relajante para los nervios del aparato digestivo, mas unos antiacidos diarios y preventivamente unos antibioticos, logré eliminar el asunto en aquel tiempo.
    Lamentablemente y después de 4 años de comer normalmente, pasé en el primer trimestre de este año 2011, unos meses de bastante stress por diversos conflictos que se encadenaron y se me disparó de nuevo el problema del ardor de estómago y estoy con mucha bronca por eso.-
    Muy interesante todo lo que explicás y decís en tu blog. Es para tenerlo en cuenta aunque a veces es muy difícil llevar a la práctica algunos pensamientos que logren armonizar a uno o bajar un cambio para que los síntomas decaigan. Sobretodo porque uno se enrosca mas y genera efectos contrarios o peores.
    Saluditos
    Hasta pronto!

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  2. gracias por compartir tan bella enseñanza

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