---- -------

viernes, 31 de enero de 2014

El desequilibrio mental

Mirando con los ojos de la psicología espiritual...

Estamos viviendo una época de extremos.... Difícil, árida desde todos los costados en que la podamos mirar.
Mi especificidad- como Lic. en psicología-  es hacer una lectura desde el marco teórico en el que siento que puedo entender y ayudar a las personas que llegan a mi consulta, que es el de la Psicología Espiritual .
Cuando miraba esta foto, recordé mi propio pasaje por instituciones psiquiátricas ( allá lejos, cuando apenas estaba recién recibida) y mi desconcierto ante lo que palpaba, sentía, veía y no podía hacer para aliviar en algo el padecer de tantas personas...
Me confronté con límites infranqueables que me llenaron de impotencia y la pregunta una y otra vez rondando en mi cabeza: qué es lo que puedo hacer ante esta situación? Será que mi formación analítica podría ayudar en algo a tanto sufrimiento?

Luego de 27 años....

Mucha agua pasó por debajo del río... Muchos años de formación profesional, de trabajo clínico, de pasaje por diversas instituciones, residencias, guardias en salud mental, consultorio privado, trabajo espiritual.

En base a todo ese bagaje, hoy puedo asegurar que las personas que padecen desequilibrios mentales , en verdad de lo que sufren es de una gran perturbación espiritual, su mundo energético se encuentra absolutamente contaminado por energías intrusas y nocivas, muy tóxicas, que se han adherido a su campo áurico , perforando muchas veces ese campo de protección vital y provocando serias patologías.

Frente a esto, la psiquiatría procede- desde la clasificación nosográfica- a emparentar cada estado de desequilibrio , con un cuadro psicopatológico que describen en el famoso DSM 4  (Actualmente habrá el 10, 11 0 20?) y por consecuencia a establecer desde ese diagnóstico, el tratamiento con psicofármacos.

Resultado: la persona va deteriorando paulatinamente su calidad de vida y relaciones, hasta quedar absolutamente reducido a un ente que ya no logra valerse por si mismo y se encuentra a merced de la buena o mala voluntad de quienes los rodean. Fuera de la vida y del sistema, enclaustrado en antros de perdición, descuidados y maltratados muchas veces.

La psicología tradicional, escucha el cuadro psiquiátrico desde una óptica que la mayoría de las veces desconoce la causa espiritual y se limita a la descripción de las causas emocionales, desde el seno de la familia, sociedad etc. Complejo de Edipo, castración, el Nombre del Padre ...



El marco de referencia de la Psicología espiritual

El padecer mental, está ligado al karma,  a un mundo espiritual impuro, energías intrusas que hacen interferencia en la mente y cuerpo de esa persona. 
Los famosos delirios y alucinaciones son producto de la vivencia en el aquí y ahora de persecuciones, reviviscencias en el mundo energético, de entidades adheridas que provocan  mucho sufrimiento en la persona y las miles de consecuencias que son típicas de la enfermedad mental que va deteriorando progresivamente la vida de ese ser humano.

El trabajo necesita comenzar considerando que el espíritu es principal, la mente es un reflejo de ese espíritu contaminado ( y por lo tanto está desalineada, desarmonizada, desequilibrada) y el cuerpo es simplemente el vehículo que transporta la esencia, necesario para hacer la experiencia en este mundo tridimensional.

Es fundamental también el trabajo conjunto con la familia, desde la concepción que es la constelación familiar la que puede- de manera unificada- , ayudar a la sanación del "enfermo mental", que es en verdad el que se ha prestado ( de manera inconsciente y por amor) a expiar un karma que además es grupal.

El desafío es inmenso...



Muchas son las resistencias que operan cuando pensamos y pretendemos trabajar con el marco teórico de la Psicología Espiritual.
Oposiciones y tironeo de parte de la persona, la familia muchas veces, los profesionales de la salud, la sociedad. 

Hay muchos miedos, cuando abordamos un área que nos plantea aun muchos interrogantes y terrenos sin explorar. Pero el camino se va haciendo al andar, y  he aprendido que siempre, luego de un túnel largo , oscuro y sinuoso aparece la luz.

Por que en el trabajo con el mundo espiritual, nunca estamos solos. Estamos amorosamente asistidos por nuestros Guías y los Maestros de Luz, que nos protegen y nos marcan el camino a recorrer, la acción a realizar, la intervención adecuada, por supuesto siempre bien y perfectamente cruzada , con nuestra propia y excelente formación profesional, que nunca se acaba.
Es un mundo fascinante y maravilloso, en el que he aprendido a trabajar y a ser feliz, sabiendo que hoy, luego de tantos años, puedo sentirme útil, pues he podido virar mi sentimiento de impotencia por el de amor, cuidado y comprensión espiritual.
  
El terreno es muchas veces resbaladizo y peligroso, pero, lo que cuesta vale... y   nunca mejor dicho: " Ladran Sancho, señal de que cabalgamos..." 

 Gracias, infinitas gracias por compartir este espacio en mi camino de vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario