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sábado, 18 de enero de 2014

De padres e hijos....

Encuentros y desencuentros

Pensar la relación con nuestros padres, siempre es complejo, y en al mayoría de los casos, nos hemos acostumbrado- por educación, conveniencia, malas orientaciones etc.- a proyectar en ellos la responsabilidad de lo que en el fondo nos sucede.
Lo que intentaré a continuación explicar, contempla la escucha desde el marco de la psicología espiritual, lugar menos cómodo para cada persona, pues lo implica en su responsabilidad desde antes de nacer...

A diario recibo en mi consulta a personas de distinto estrato social,  edad, sexo, nivel de educación, creencias etc.,  que casi instantáneamente relacionan su padecer con algo que sus padres hicieron, dejaron de hacer o harán... Increíble, pero real...

Desatar ese nudo es una gran tarea, pues está muy instalado en el propio inconsciente y también en el inconsciente colectivo.
Eso acarrea varias y serias consecuencias para la vida amorosa, laboral, profesional, social, etc., repercutiendo en la felicidad de esa persona en general.

La mayoría de las veces, se pasa la vida y se pierde alegría, y valiosas oportunidades de ser feliz, pensando con ese molde mental, que si bien es cómodo en lo inmediato,- pues me libero de la "papa caliente"-, será a futuro la fuente de un camino escarpado, árido y sufriente...


Del paradigma material al espiritual
 
Como en general venimos inmersos en una cultura y educación que considera en primera instancia a la materia como principal, es que cada individuo coloca las consecuencias de sus actos en el exterior, llámese padres, país, economía, gobiernos, clima, etc.


La psicología espiritual nos enseña que es preciso cambiar urgente esa manera de pensar y en su lugar volver a conectar con nuestra responsabilidad kármica, merced a la cual elegimos a los padres de los que habremos de nacer, el país, las condiciones etc. siempre para seguir aprendiendo, corregir lo que hemos de corregir, cambiar y seguir en nuestra ruta de evolución.
Ese es el sentido último y profundo de cada encarnación. Mejorar la esencia espiritual, para volver a vibrar y brillar como verdaderos hijos de la Luz, hijos de Dios padre creador de todo, del que fuimos moldeados a su imagen y semejanza. Y a esa perfección debemos volver ...
Por eso , como mi alma ya sabe, elige lo adecuado para hacer ese recorrido y de allí los padres que selecciono...

Entonces, si entiendo eso, no me quejo. Si me lamento y los responsabilizo, es que aún no volví a conectar con la sabiduría espiritual y estoy en el nivel de la mente, la materia, la superficie, la ilusión de la forma e imagen.

El legado de mis padres


Esto que a continuación escribo es taxativo pero real: Si deseo ser feliz, entonces he de apresurarme a tomar integra y cabalmente la herencia que mis padres me han legado.

Si "tomo" y luego "paso" a la siguiente generación el "regalo", la ofrenda de vida y experiencia, entonces estoy cumpliendo con el mandato del Cielo, del Padre Supremo. Todo fluye,  tomo la vida, la celebro, me lleno de ella... Y recibo de lo Alto muchas protecciones y recompensas.

La psicología espiritual nos esclarece y así entendemos que la "herencia" es la suma de experiencias -positivas y no tanto -que proviene de ellos y que cada hijo necesita "tomar" sin crítica, juzgamiento, rencores. Solo tomar y agradecer.  Perdonando los errores, entendiendo las dificultades, el lugar de donde provienen las experiencias que nuestros padres han vivido, sus límites y posibilidades.

Son la riqueza que nuestros padres tienen para nosotros. Es lo mejor que pueden darnos, lo que a su vez tiene relación con lo que ellos mismos han recibido de sus propios padres.

Si tomo sin excepción todo cuanto me legan, entonces podré ser feliz.


Podré elegir una pareja adecuada, podré ser abundante en mis caminos profesionales, sociales, laborales etc.
Por qué? Por que estoy vibrando y actuando de acuerdo al principio de la gratitud, la aceptación, el amor profundo ( que es el que excluye toda crítica y juzgamiento).
Pura energía de amor, de totalidad. Vibro en la sintonía de las leyes espirituales mas elevadas. Entendí desde mi espíritu a que he venido en esta encarnación . Tomo y a su vez cuando sea padre/madre, donaré a mis descendientes el legado.

Si lo tomo con absoluto amor y aceptación, lo mismo harán mis hijos con aquello que les legue. Lo semejante atrae lo semejante.
Recibo lo que emito. Pura ley de causa-efecto.
Si desprecio la herencia de mis padres, lo mismo harán mis hijos con la mía...

A la hora de la práctica lo que parece tan sencillo, se complica.
Y todo eso es porque estamos espiritualmente muy contaminados, muy impuros, conectados con la razón, la mente, la materia, la forma. Si lo hiciéramos en una dimensión espiritual, tan distinta sería nuestra vida. Podríamos ser muy felices...

Vivimos rechazando la herencia que nuestros mayores nos acercan con tanto amor...Desde ese lugar mágico de dar lo mas precioso que se tiene. Amor puro.
Por que no lo entendemos y una y otra vez lo rechazamos y nos empeñamos en sufrir  y ser tan infelices?

Conectada con mi tarea y misión

Desde la escucha profunda de la psicología espiritual, voy a seguir intentando mostrar a cada alma que el universo me acerque, estas verdades y los caminos para volver a conectar con la energía del amor, la gratitud, la humildad, la compasión.

Gracias, siempre gracias! Porque es en este camino que sigo aprendiendo, nutriéndome y practicando yo misma las verdades que nos acercan a la felicidad...!



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