Perdón, orgullo y negación
Si consideramos la particular y profunda mirada de la Psicología Espiritual, el trabajo con el perdón implica necesariamente un salto cuántico de conciencia,
manejando la energía de la humildad.
Esto es, el reconocimiento de mi propia
participación karmica en lo que me ha sucedido (y que devino en un suceso donde
alguien o algo, aparentemente me ha
perjudicado), me lleva a reconocer humildemente que soy responsable de lo que
estoy viviendo (no culpable, ya que la culpa corresponde al estrato mental y me
detiene en mi proceso).
El orgullo es una energía del ego, de la mente.
La
humildad, la gratitud, son energías elevadas, del espíritu.
Si
entendí que soy co creador de mi realidad, que participé en la construcción de la
misma, que generé karma y que soy responsable del mismo, entonces reconoceré
desde la humildad y podré perdonar y perdonarme.
Perdonar
no significa olvidar, sino recordar lo que sucedió pero sin sufrimiento,
retirándole la carga de rencor que me ata a la persona por la que lo
siento.
Perdonar
significa además aceptar mi autoría karmica en lo que sucedió, entender
que soy activo participante y creador de lo que pasa en mi realidad. En ese
sentido, cuando niego mi responsabilidad, es cuando demoro el trabajo de
perdonar y sanar.
Muchas
veces la negación como mecanismo de defensa psíquico, consigue protegerme
falsamente del sufrimiento, pues tapo y falseo la realidad y mi participación y
lugar en ella. Entonces también esa negación coadyuva a demorar mi trabajo de
perdón.
Trabajando con técnicas dinámicas, rápidas y efectivas...
Para abordar el trabajo con el perdón - y lograr retirar la natural defensa frente al tratamiento del tema-, desde la Psicología Espiritual, trabajo básicamente con técnicas cuánticas, energéticas, como la limpieza y re-programación de la memoria celular, técnicas como el Tapping (EFT) o acupuntura emocional, Técnicas
de liberación emocional, visualización creativa, hipnosis clínica, regresiones.
Dependiendo de cada paciente y su universo
singular, es que en cada sesión utilizo una u otra técnica.
Con
todas es más fácil y rápido el proceso para ayudar a que cada quien se dé
cuenta, haga insight y trabaje el tema
del perdón, sin procesos traumáticos o reviviendo de manera sufriente el
acontecimiento causal del rencor, que hoy se aloja en su corazón y entorpece su
vida.
Con las
técnicas cuánticas, pasado, presente y futuro, se aúnan en un eterno presente,
desde donde es posible traer, trabajar, y transmutar las energías que enferman.
Recapitulando.
Despertando de un largo sueño, muchas almas se encuentran en el proceso de transmutar y volver nuevamente al origen, al reencuentro de su verdadera naturaleza Divina...
Por ello, vayamos gestando la conciencia del trabajo interior, profundo, en el alma, y limpiando lo que nos obstruye nuestro natural acceso a la felicidad.
El trabajo no es en el estrato mental. La mente necesita volver a su lugar , que es subordinado al del alma.
El alma es la reina, la que debe volver a ocupar el Centro.
Hagamos nuevamente consciente esa jerarquía. Eso es Salud tridimensional. Y es el campo de la psicología espiritual.
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