---- -------

lunes, 12 de octubre de 2009

QUIEN DIRIGE LA ORQUESTA ES EL ESPIRITU





Sigamos recorriendo juntos este camino de aprendizaje, conservando como guía para nuestro viaje la actitud de investigar quebrando la ilusión de lo aparente.
Para qué se preguntarán? Uno de los sentidos de atravesar el velo de la realidad, es descubrir que es ficción, y que solo elevando nuestra mirada al espíritu, es que podremos volver a encontrarnos con nuestro más profundo y trascendente destino como seres humanos. Acaso no fuimos creados para cumplir una noble misión?
Por eso, me gustaría considerar algunas ideas acerca de la salud, retomando especialmente el punto del significado profundo de la enfermedad y del enfermar, poniendo en primer término la causa espiritual que subyace en lo mas profundo de ese proceso.

La actitud que queremos conservar, es avanzar siempre en la dirección de trascender la ilusión de lo que aparenta ser, para investigar un pasito más… Tal vez al dar el siguiente paso, podamos llevarnos una gran y grata sorpresa…. Cuando descubramos que podemos ser activos en la resolución del proceso, que tal vez desde hace tiempo, nos produce sufrimiento.

Para comenzar , vamos a partir del siguiente acuerdo: los seres humanos somos una unidad indisoluble compuesta por el espíritu que es principal, la mente y la manifestación física o cuerpo.

Para que el trabajo en ese” equipo” funcione perfectamente, debe existir la armonía, es decir correspondencia entre las leyes que los gobiernan.
Y aún más, si el “director de la orquesta” es el espíritu, entonces el trabajo del resto del equipo, estará coordinado por él y de esta manera en la alineación armónica de las partes, se reflejará un bello resultado.

Es notoria la diferencia en el mismo, cuando se produce una total confluencia de acuerdos entre lo que el espíritu desea y lo que uno piensa, siente y finalmente hace.

La armonía resultante se manifiesta en un acto coherente, fluido y especialmente perceptible por el otro, como una vibración confiable y amorosa.
Ahora bien, actualmente los seres humanos estamos lejos de tener armonía en forma permanente, siendo bastante más común encontrarnos en luchas y conflictos internos que nos separan del ideal que se aloja en nosotros.
Si viviéramos tal como fuimos concebidos desde el origen de la creación, lo natural sería que fluyéramos guiados por nuestro espíritu, pero hoy nuestra guía está basada en el mundo de los sentidos y la materia, por lo cual, la personalidad ( como símbolo de lo externo) es la que impera, movida por los deseos.

Entonces, frente a este conflicto, o roce entre las partes, la consecuencia será la correspondiente manifestación en la mente y de ella inmediatamente, al cuerpo físico. Resultado: el proceso que irrumpe como enfermedad.
Cada vez se hace mas evidente que somos nosotros los únicos y exclusivos responsables de generar aquello por lo que luego nos lamentamos tristemente.
Por qué será que utilizamos tanta energía para boicotearnos y vivir tan infelices? Alguna vez pensaron que fuimos creados para funcionar exactamente de manera inversa? Entonces, por qué causa nos encontramos en tan lamentable estado?
La buena noticia es que también somos responsables en tomar parte activa para la solución, si es lo que deseamos . Si somos activos y concientes, nos ahorraremos mucho sufrimiento. Es una elección que podemos hacer, ejerciendo nuestro libre albedrío.

Pero por ahora volvamos al punto anterior.


Si el espíritu como director de la orquesta es desoído y se ejecutan otras “voces”, entonces esa fricción se reproducirá en el estrato siguiente, pudiendo aparecer manifestaciones patológicas en la mente y el cuerpo que estarán reflejando como en un espejo el escenario del conflicto.

Ahora bien, no solo lo que se refleja tiene que ver con nuestra vida presente, sino que además intervienen otras energías que han quedado grabadas en nuestros cuerpos sutiles y que también están participando e interactuando. Pero eso será seguramente tema para otra oportunidad.

Entonces decíamos que de acuerdo al conflicto será la manifestación.
En este punto se hace sumamente importante resaltar que cada síntoma es como una metáfora, que invita a ser descifrada. Hay un lenguaje cifrado que contiene una parte de la clave para el entendimiento, el aprendizaje y la posterior resolución.
Pensando estrictamente en el cuerpo, cada parte tiene su propia característica, su función específica.
Por ejemplo, cuando una persona tiene miedos, temores intensos, entonces seguramente sus riñones se verán afectados de alguna manera.

Así como la responsabilidad de la enfermedad es exclusivamente de cada quien, así también la curación lo es.

Solo con un conciente y voluntario trabajo espiritual, podemos conseguir de a poco que nuestro espíritu vuelva a tomar el comando y así retornar al estado de armonía.

Podremos despertar y tomar el desafío para ponernos a trabajar?
Podremos despertar de nuestro largo sueño que nos tiene aletargados y así movidos por un ferviente y decidido deseo, elevarnos espiritualmente para volver a unirnos a la fuente de la creación?

Un maravilloso escritor , Miguel Cornejo, nos recuerda:
“ SER EXCELENTE ES LEVANTAR LOS OJOS DE LA TIERRA, ELEVAR EL ESPÍRITU Y SOÑAR CON LOGRAR LO IMPOSIBLE”

Por qué no, verdad?

Todo es posible, hasta que se demuestre lo contrario, y aún así, solo es imposible por ahora…”

Muchas gracias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario